domingo, 16 de junio de 2013

El Lado Bueno de las Cosas


“La única forma de vencer mi locura es haciendo algo aun más loco. Gracias. Te amo.”


Título Original Silver Linings Playbook


2012 - EEUU - 122 min. - Drama, Comedia
Dirección David O. Russell  Guión David O. Russell. Basado en la novela homónima escrita por Matthew Quick  Cinematografía Masanobu Takayanagi  Montaje Jay Cassidy y Crispin Struthers  Música Danny Elfman 
Producción Bruce Cohen, Donna Gigliotti y Jonathan Gordon para THE WEINSTEIN COMPANY.

Reparto Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Robert De Niro, Jacki Weaver, Chris Tucker, Anupam Kher, John Ortiz, Shea Whigham, Julia Stiles, Paul Herman y Dash Mihok.



Palmarés 1 Premio de la Academia (Actriz -Jennifer Lawrence-); 1 Globo de Oro (Actriz en un Musical o Comedia -Jennifer Lawrence-); ...


Pat, encarnado por Bradley Cooper (¿Qué pasó ayer?, 2009), es un ex-profesor de secundaria que sufre de desorden bipolar, problemas de manejo de ira y un evidente trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), que acaba de salir de una institución mental después de ocho meses de “internado”. Como su salida se produce con ciertas aprensiones por parte del cuerpo médico y con restricciones legales (tiene orden de no acercarse a su ex-señora), se va a vivir con sus padres, quienes lo cuidarán y ayudarán a recuperarse completamente, además de seguir en terapia con un psiquiatra, el Dr. Patel.

Una vez fuera de la institución mental, Pat hará todo lo posible por recuperar su vida, esto es, su matrimonio, su antiguo trabajo y sobretodo demostrarle a su ex-pareja, Nikki, que está completamente sano y que es un mejor hombre. Para eso decide ponerse en forma, leer todos los libros de Nikki y tratar de contactarse con ella a pesar de su orden restrictiva. Todo esto se complicará cuando conoce a Tiffany, interpretada por Jennifer Lawrence (Los Juegos del Hambre, 2012), una joven viuda, conocida de Nikki, recientemente despedida de su trabajo y que también posee una latente neurosis y un TOC.

Pero no solo los protagonistas son los “locos”, todos tenemos algunas obsesiones y fijaciones las que se reflejan en el resto de los personajes como: el excesivo fanatismo de Pat Senior, caracterizado por el gran Robert De Niro (La familia de mi novia, 2000), por su equipo de football americano, los Philadelphia Eagles, sólo comparable al amor y la pasión que un hincha del verdadero fútbol profesa por sus colores; su creencia irracional y enfermiza en las cábalas, algunas tan ridículas como el ángulo en que pone los controles remoto cuando ve los partidos; también otros personajes poseen sus TOC, como la madre de Pat, su amigo Ronnie y también Randy el apostador.

Quizás de todos los problemas que sufre Pat (no filtra, cambia rápidamente de estados de ánimo, se fija con una idea y nadie lo saca de ahí, entre otros), el mayor escollo a superar es el que no soporta escuchar la canción de Stevie Wonder “My Cherie Amour”, la canción de su boda y también la que sonaba cuando encontró a Nikki con otro hombre, pues al escucharla pierde el control y se vuelve inconteniblemente violento.

Sin embargo el deporte aparece como un catalizador de cosas positivas, provocando que vaya superando sus problemas. Así el trote diario por el barrio, el ensayo para la competencia de baile y el fanatismo por los Eagles, a la larga le irán brindando mejoras en su vida.

Hace mucho tiempo que no veía una película con tan buenas actuaciones, tanto individuales como grupo de personajes. Al comienzo da la impresión de que es una cinta sobre una persona con problemas mentales, pero al final de cuentas, es una simple historia  de amor, y que como todas las historias de este tipo, no es perfecta y tiene varios contratiempos.

Dirigida por David O. Russell (El Peleador, 2010), El Lado Bueno de las Cosas es una cinta tragicómica, que a ratos recuerda el estilo de Belleza Americana (1999), con personajes muy bien desarrollados, un humor agudo y fresco, y una cotidianidad que hace que el espectador la relacione con situaciones propias, a pesar de la atmósfera de locura imperante.

Al final de cuentas nadie es perfecto y todos tenemos nuestros problemas, pero todas estas complicaciones se pueden superar, con voluntad, con apoyo de los cercanos y por supuesto con amor, tal como predica el concepto al que Pat se aferra: EXCELSIOR!


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